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miércoles, 10 de octubre de 2012

Educación Personal


La Educación Personal
Conocimiento-à  Información, acumulación de datos

Educaciónà    Crecimiento interior, evolución personal

El conocimiento de las letras, ciencias, tecnologías etc. Se aprende normalmente en los libros, en la escuela, en la universidad etc., siendo evidente su necesidad para alcanzar un puesto de trabajo que nos permita vivir lo más  dignamente posible. En este campo los padres nos limitamos a poner los medios necesarios al alcance de los hijos (comida, vestido, libros etc.), siendo los propios hijos los que deben  de aportar el trabajo y el estudio  hasta conseguir un nivel optimo según sus capacidades y esfuerzo que se ponga en conseguirlo.
En la educación esta claro que son los padres en primera instancia (padre y madre) los que tenemos la obligación de enseñar todo aquello que según  nuestra cultura sentido común y lógico es correcto, al menos hasta la mayoría de edad o independencia de los hijos. Pero como resulta que a veces la cultura, sentido común y lógico de los padres no suele ser el mismo, surgen discrepancias entre ellos, que en la mayoría de los casos inducen a la confusión y desorden en los educados (hijos), tendiendo hacer estos aquello que más cómodo es para ellos y que normalmente es lo peor.
Si bien la educación recibida es incompleta y en muchos casos poco buena no es menos cierto que como personas, como seres humanos todos tenemos la responsabilidad y él deber de aplicarnos en el desarrollo interno e ir complementando nuestra propia evolución. A cada uno le incumbe su propio desarrollo humano.
Debemos de trabajar interiormente para desarrollar la conciencia, nuestra propia educación, el crecimiento interior  y  la evolución personal  “pues todo lo que no evoluciona tiende a degradarse”, no permitamos por tanto degenerarnos, seamos de los que evolucionan y crecen interiormente aproximándose cada vez más  a la verdad de las cosas.
El trabajo interior representa un desarrollo integral de la persona en el que se valora, por encima de todo, la paz interna y la evolución de la conciencia.
Se valora el conocimiento (letras, ciencia, tecnologías etc.) pero si éste no se corresponde con el desarrollo interior  y evolución personal, no es plenamente provechoso. Valoremos por tanto no solo el desarrollo exterior, sino también el interior.

Pensamientos

El temperamento innato no es un destino inexorable. Se puede cambiar, y mucho, aunque conviene empezar lo antes posible, pues las lecciones emocionales que recibimos en la infancia tienen un impacto muy profundo.
Nuestras relaciones con todo lo que nos rodea son siempre afectivas. Nuestros sentimientos nunca logran permanecer totalmente neutros.
No podemos cambiar nuestra herencia genética, ni nuestra educación hasta el día de hoy. Pero sí podemos pensar en el presente y en el futuro con una confianza profunda en la gran capacidad de transformación del hombre a través de la educación.
Hay que educar en clima de exigencia personal, pues si no hay autoexigencia, la pereza y el egoísmo ahogan fácilmente cualquier proceso de maduración emocional.
Los padres es bueno que den ayuda y orientación a sus hijos pero deben aprender a manejarse por si mismos.
El fracaso y el error son imprescindibles en el proceso de aprendizaje.
No debe confundirse el ideal de buscar la propia mejora con un enfermizo y frustrante perfeccionismo.
Poder y derecho no suelen ir emparejados. El que domina quita libertad a los demás, pero la quita principalmente a su propino espíritu.
La transformación  del ser humano solo puede darse mediante una revolución que ha de ocurrir en la totalidad de la mente y no solo en el pensamiento. El pensamiento después de todo, es solo un resultado y no la fuente el origen. Liberar a la mente de las tradiciones y de los hábitos.


Los Hijos

Los Hijos según Gibrán Jalil Gibrán.

 Fue  un ilustre poeta libanés, filosofo y artista nació en 1883 y murió en 1931.
Su fama y su influencia se esparcen por todo el mundo. Sus reflexiones y su poesía se han traducido a más de veinte idiomas.
SE dice que en cierta ocasión, una mujer que llevaba un niño en sus brazos le dijo: “Maestro háblanos de los hijos” y el respondió: “Sus hijos  no son sus hijos, son los hijos y las hijas de los anhelos que la vida tiene de si misma”.
Vienen a través de ustedes, más no de ustedes y aunque vivan con ustedes, no les pertenecen. Pueden darles su amor, más no sus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Pueden albergar sus cuerpos, más no sus almas, porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños les será dado visitar.
Pueden esforzarse por ser como ellos, mas no intenten hacerlos como ustedes, porque la vida no marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
Ustedes son el arco por medio del cual sus hijos son disparados como flechas vivas.
El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y los dobla con todo su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos. “Que el hecho de estar en manos del arquero sea para su dicha por que así como El ama la flecha que dispara ama también el arco que permanece firme”.
Por eso ustedes tuvieron la oportunidad de vivir su vida y la libertad de amar y hacer su vida.
Dejar que sus hijos vuelen solos del nido cuando llegue la hora y no les reclamen para que vuelvan. Ellos los querrán por siempre y tendrán también su nido, del cual algún día, ellos solos quedaran, pero fue su nido y su vida, déjenlos libres, ámenlos con libertad, no apaguen el fuego de su hogar, vivan y dejen vivir, así ellos siempre los querrán.

            Cita del profesor Emmet Fox de EEUU años 40/60

“No hay dificultad que suficiente amor no venza. No hay enfermedad que suficiente amor no cure. No hay puerta que suficiente amor no abra. No hay muro que suficiente amor no derribe. No hay ningún pecado que suficiente amor no redima. No importa lo profundamente asentado que este el problema ni lo desesperador que parezca. No importa lo enorme que sea el error. La comprensión del amor lo disolverá todo. Y si tú pudieras amar lo suficiente, serias la persona más feliz y poderosa del mundo.
P.León

domingo, 7 de octubre de 2012

Cuerpo y mente


El ejercicio físico y la salud.

Está demostrado científicamente que hacer ejercicio físico con regularidad y sin exceso es bueno para la salud física y mental. Se controla el peso aumenta la libido, mejora el sueño (siempre que no se haga a última hora de la tarde y con exceso), reduce la tensión arterial, refuerza el sistema inmunitario (siempre que no nos pasemos ni en tiempo ni en intensidad) y protege contra las enfermedades cardiacas e incluso algunos tipos de cáncer.
Al hacer deporte o cualquier actividad física, el cuerpo segrega endorfinas que producen un efecto calmante del dolor. Además las endorfinas tienen la capacidad de actuar en el cerebro para disminuir la ansiedad y aumentar la sensación de bienestar, mejora el estado de ánimo y sube la autoestima.
El principal error que se comete con el ejercicio físico, muchas veces, es el de pasarse en tiempo e intensidad por ejemplo con el jogging tratando de correr demasiado rápido y demasiado tiempo, más que un beneficio puede  convertirse  en un perjuicio. Lo importante es hacerlo de forma regular sin llegar a cansarse. Con 30 minutos tres veces a la semana es suficiente aunque si se hace cinco es mejor.
El simple hecho de practicar 30 minutos de caminar a ritmo vivo, sin correr, tres veces por semana, es tan eficaz como cualquier antidepresivo. La única diferencia es que el antidepresivo alivia los síntomas con un poco más de rapidez pero no más intensidad (David Servan-Schrewiber, psiquiatra).
El ejercicio físico es un factor influyente en la salud del individuo, pues mantenerse en buena forma practicando algún tipo de deporte – como todo con equilibrio y moderación – hace que la sangre circule mejor por el cuerpo, que el corazón funcione mejor, que expulsemos toxinas del cuerpo ( con el sudor), que respiremos con mayor profundidad y mejor estando más oxigenados, fortalezcamos nuestros músculos y esqueleto, así como el sistema inmunológico, con lo cual creo que hacer alguna actividad deportiva si es posible al aire libre (aeróbica) aporta muchos beneficios a la salud y por tanto tendremos que tenerlo muy en cuenta.
El ejercicio físico como hemos dicho realizado con moderación y regularidad, todos los días un poco, no en forma competitiva o excesiva nos aporta muchos beneficios al cuerpo y a la mente como son:
-Fortalecimiento del corazón
-Prevención del estrés
-Sensación de bienestar y tranquilidad
-Lucha contra la obesidad y delgadez
-Aumento de la capacidad respiratoria
-Fortalece los músculos, huesos y ligamentos
-Refuerza la voluntad
-Estimula el funcionamiento de las glándulas.

El ejercicio físico modifica nuestro equilibrio hormonal, al reducir el exceso de estrógenos y testosterona que estimulan el crecimiento del cáncer (en concreto, el cáncer de mama, de próstata, de ovarios, de útero y testículos). Por otra parte, el ejercicio físico reduce también los niveles de azúcar en sangre y, como resultado, la secreción de insulina e IGF, que contribuyen de forma tan decisiva a la inflamación de los tejidos y el avance y expansión de los tumores.
El ejerció físico, igual que la meditación, posee un efecto directo en el sistema inmunológico, como si lo protegiera del estés que desencadenan las malas noticias, aparte de que nos curte , nos disciplina, potencia las energías internas y estabiliza el carácter y sin duda es una fuente de salud física y mental.
El ejercicio no solo es necesario para la salud física, sino también para lograr un bienestar mental y emocional a largo plazo. Hoy se sabe que el ejercicio hace que el cerebro libere ciertas sustancias químicas y ciertas hormonas – endorfinas y encefalinas - . Se trata de estimulantes naturales que nos hacen sentirnos bien.

P.León

Alcalinizar: el Camino Hacia una Mejor Salud


Si pudiéramos ver nuestro propio organismo como un ecosistema en perfecto equilibrio, gracias a los órganos y sistemas que lo mantienen funcionando, nos daríamos cuenta que para que funcione a su máximo nivel durante 80 o más años, debemos prestarle mucha atención a lo que debemos hacer con el fin sostener este delicado equilibrio.

Efectivamente, somos un ecosistema cuya principal forma de supervivencia es el equilibrio ácido-base o pH. Esto quiere decir, que nuestra sangre debe mantenerse ligeramente alcalina a 7.365 todo el tiempo. Si la acidez o la alcalinidad se elevan tan sólo una o dos décimas de unidad, será una catástrofe potencialmente fatal para el cuerpo. Por eso, mantener los niveles de acidez-alcalinidad de nuestra sangre, es nuestra tarea más importante.

El cuerpo tiene mecanismos automáticos para tratar de mantener el pH en niveles adecuados. Cuando la acidez comienza a aumentar por alguna razón, se inicia la excreción de los desechos ácidos a través de los riñones al aumentar la producción de orina, incrementar el ritmo de la respiración para ingresar más oxígeno que alcalinice la sangre y para expulsar el dióxido de carbono que acidifica. También, si la sangre tiende a la acidez durante un largo período de tiempo, buscará apoyo en los tejidos para ayudar a estabilizar el pH. El cuerpo puede comenzar a excretar minerales alcalinos como el calcio que toma de los huesos y dientes, magnesio, que toma de los vasos sanguíneos; potasio del sistema neuromuscular y sodio de las articulaciones. Si estos minerales no son reemplazados, los tejidos se debilitarán y degenerarán rápidamente.

Los principales elementos alcalinizantes del cuerpo son el calcio, magnesio, sodio, potasio, vitamina C, selenio, oxígeno, zinc y varias vitaminas del complejo B. las mejores fuentes de estos nutrientes esenciales son las frutas y los vegetales, el vinagre de manzana, algunas nueces y semillas y las sales naturales.

Los alimentos más acidificantes que podemos consumir, son los azúcares, los granos, las carnes de animales alimentados con granos, el café y los alimentos procesados de cualquier clase. Tal vez, el más acidificante de todos sea el refresco que está cargado de azúcar, endulzantes artificiales, conservadores y ácido fosfórico que son substancias formadoras de ácidos. El refresco tiene una acidez de 3, lo cual deshidrata poderosamente al cuerpo, y lo obliga a desechar el agua que requiere para desintoxicarse de todos los desechos ácidos.

Cuando una persona come muchos alimentos acidificantes, durante largos períodos de tiempo, el cuerpo se encuentra en desventaja para formar elementos alcalinos y comienza por trastornarse su sistema digestivo. Los alimentos no se digieren adecuadamente, se produce mucosidad para proteger al estómago y al intestino. Con el tiempo esta mucosidad se vuelve tan gruesa que se produce una placa que impide la absorción de nutrientes. La presencia de esta capa de mucosidad en las paredes intestinales y del colon se vuelve un campo fértil para alojar toda clase de parásitos y organismos indeseables.

Los parásitos como lombrices, levaduras y hongos y bacterias antagonistas aprovecharán los valiosos nutrientes, al mismo tiempo que excretan toxinas, partículas ácidas que irán a parar al torrente sanguíneo para aumentar aún más la acidez relativa del cuerpo, lo cual disminuye profundamente la energía y la inmunidad de la persona.

Cuando esto sucede, los órganos experimentan mayor estrés, que les priva de la vitalidad y de las enzimas y nutrientes que necesitan para mantener el pH. Este estrés imparable de los órganos y sistemas, desencadenará tarde o temprano enfermedades y muerte.

Afortunadamente, nuestro cuerpo tiene una capacidad extraordinaria para sanarse y restaurarse a sí mismo, siempre y cuando le demos el apoyo que necesita para recuperar su equilibrio. Nuestro cuerpo responde inmediatamente cuando le ayudamos a restablecer su pH normal y por tanto, su salud.

Para ayudar a la alcalinización de la sangre, podemos seguir estos simples pasos:

1. Tome dos litros de agua natural diariamente a la que habrá añadido media cucharadita de bicarbonato de sodio.
2. Tome diariamente el jugo de un limón diluído en agua
3. Tome una cucharada de vinagre de manzana diariamente diluída en agua.
4. Utilice hierbas para sazonar como orégano, cilantro, perejil, romero, etc.
5. Beba un jugo fresco de zanahoria diariamente
6. Trate de que su dieta en su mayoría, la constituyan alimentos formadores de álcalis como las frutas y las verduras frescas y crudas.
7. Tome dos onzas de jugo de papa cruda diariamente.
8. Respire profundamente tres veces cada vez que se acuerde de hacerlo.

Para evitar la acidificación de la sangre, podemos evitar:

• Refrescos, café, alcohol y tabaco.
• Productos elaborados a base de harina de trigo (incluída la integral)
• Productos que contengan azúcar o endulzantes artificiales.
• Todo tipo de carnes frescas o frías.
• Quesos grasosos, crema y mantequilla. Puede consumir yogurt natural, jocoque y queso fresco o cottage.
• Productos farmacéuticos
• Sazonadores que contengan substancias químicas o vinagres.
• Alimentos enlatados o empaquetados.
• El estreñimiento debe ser evitado a toda costa, pues cuando los desechos tóxicos permanecen dentro del cuerpo, producen constantemente ácidos que se recirculan en la sangre. Limpie el colon con agua natural cuando la evacuación no se presente regularmente.

Lograr el equilibrio del pH de la sangre y del cuerpo, es el primer paso que se debe seguir cuando se inicia un tratamiento natural para curar una enfermedad. El cuerpo puede sanarse, pero es necesario ayudarle para que pueda lograrlo. Alcalinizar, es el primer paso para regresar a la salud.